Deportivo Cuenca ¿necesita otro Plan de Emergencia?
Nada está bien en el Deportivo Cuenca. Incluso el discurso de que se están solventando algunas deudas que se arrastran desde años pretéritos. ¿Por qué? porque no hay transparencia, no hay cifras concretas.
‘No tengo la información a mano’, es una de las frases recurrentes cuando se trata de dar datos concretos que evidencien el cambio del cual tanto se habla.
En 2020, la lista 1 encabezada por Nataly Villavicencio ganó las elecciones. La propuesta en los cuatro años de gestión era:
- crear un sistema administrativo moderno para estabilizar la situación económica de Club,
- reforzar la relación con los hinchas,
- mejorar el ánimo entre directivos y jugadores y lo más importante,
- la inyección de capital, talento humano y tiempo con enfoque a las formativas.
En aquella temporada el equipo remató la primera etapa en el último lugar con apenas 8 puntos de 45 en disputa. Para evitar que el equipo pierda la categoría, la lista ganadora presentó el denominado ‘Plan de Emergencia’ que contemplaba, entre otras cosas:
- mejorar las condiciones de concentración;
- asegurar que no le falte nada al equipo de primera;
- invertir en canchas de entrenamiento en excelentes condiciones; y
- ponerse al día con los jugadores y cuerpo técnico.
A meses de terminar el periodo de Villavicencio y los tres primeros años de gerenciamiento de los 12 firmados a favor del grupo GFI, al parecer nada cambió y lo vivido en temporadas pretéritas no dejó ninguna enseñanza.
Jugadores rompen el silencio en el Deportivo Cuenca
Rodrigo Melo y Lucas Mancinelli graficaron el jueves 4 de marzo de 2024 una realidad que dista de un plantel profesional. La ‘bronca’ de los refuerzos argentinos se profundiza porque aseguran que ni la presidenta ni el grupo GFI son capaces de darles respuestas.
Días atrás, Villavicencio dio a entender que siempre está presta para atender los requerimientos de los futbolistas a pesar que en el contrato de gerenciamiento, el grupo GFI es el que debe hacerse responsable.
“Los jugadores a quien llaman es a mí, a quien piden respuestas generalmente es a mí, y yo he dado soluciones porque es mi responsabilidad como presidenta, aunque contractualmente no lo sea”.
Las soluciones no parecen ser efectivas. “Acá hay chicos que cobran poco y no tienen para entrenar. A veces no van a la tarde al gimnasio… Uno les pregunta por qué no van al gimnasio y dicen: si voy al gimnasio, no como», dijo Mancinelli.
«Sabes lo que es que un compañero venga a mí, como capitán, y me pida plata porque el Club ni siquiera da una respuesta, en lo personal duele”, remató el polifuncional.
Su esposa Brenda Acuña exaltó la labor de su esposo en su cuenta de X. “Lloro de dolor por la injusticia, así como lloro cada vez que Lucas se preocupa por la situación del Club y se la pasa angustiado. Admiro tu valor y el respeto que le das al Club y a la gente”.
Melo subrayó que “se necesita que todos sean autocríticos dentro del Club, arrancando por el grupo inversor, por Nataly y el Directorio, que yo no lo conozco…”.
El volante de contención también señaló que el Complejo La Victoria, lugar de entrenamiento, tampoco está en buenas condiciones. “No hay ni donde ir al baño. Cuando hay amistosos con otros equipos se tienen que cambiar en su auto porque no hay otro camerino”.
Representante del grupo GFI se pronuncia
En un comunicado, el grupo GFI mencionó, días atrás, que “nuestra intención es y será convertir al Deportivo Cuenca en un equipo referente del fútbol ecuatoriano y del fútbol internacional».
Añadió que su intención es que «el Club sea sostenible en el tiempo; crear infraestructura y que, a través de triunfos deportivos y económicos, la hinchada regrese al estadio y que los cuencanos se sientan orgullosos de su equipo”.
Declaraciones desatinadas crearon malestar
En el Deportivo Cuenca tampoco hay comunión de ideas. Semanas atrás el director deportivo Luis Saritama señaló que a mediados de año la plantilla podría reducirse.
¿Las razones? La situación del Club en la parte económica, misma que se profundizó por incumplimientos en el pago por derechos de televisión y por la eliminación tempranera del equipo de la Conmebol Sudamericana.
“Creo que fueron comentarios que, a mí personalmente, no me parecían que se tenían que decir porque incluso puede generar inestabilidad en el equipo…”, dijo -días después- en rueda de prensa Villavicencio, tras subrayar que habló sobre su desacuerdo con Saritama.
El director deportivo ¿habló con los jugadores sobre la reducción antes de salir a decir públicamente? Todo indica que se equivocó.
Melo hizo explícita la preocupación del plantel al respecto. En lo personal lanzó un mensaje directo: Si me quieren echar del club, que me echen, molesta la realidad del equipo… si quieren rebajar el plantel, arranquen conmigo. Hace 50 años que las cosas se vienen haciendo mal y luego no aparecen.
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