Alexander Zverev es campeón del Masters 1.000 de Roma
El alemán Alexander Zverev se impuso este domingo 19 de mayo del 2024, al chileno Nicolás Jarry por 6-4 y 7-5 en la final del Masters 1.000 de Roma, apartó a éste de la gloria en su primera final de esta categoría y alzó por segunda vez en su carrera este trofeo en las pistas del Foro Itálico.
Tuvo que llegar Zverev, número 5 del mundo, para pararle los pies a Jarry en el último día, uno también muy especial para ‘Sascha’, que volvió a ganar un torneo tras casi 3 años de sequía, desde las Finales ATP de 2021, y una lesión importante de por medio.
Había que remontarse a los tiempos de Marcelo Ríos, Fernando González y Nicolás Massú para recordar una semana así de pletórica en el tenis chileno. Alejandro Tabilo y Nicolás Jarry lo volvieron a colocar en lo más alto, con el segundo de los mencionados en disfrutando merecidamente de su primera final de Masters 1.000.
El protagonista indiscutible del torneo llegó a la gran final con la que había soñado toda su carrera. Una primera oportunidad de levantar un Masters 1.000 a sus 28 años tras un torneo consagratorio en Roma que le catapultará con la actualización al top-20 del ránking. Un partido histórico para Chile, que solo ha visto a Marcelo Ríos como campeón en el Foro Itálico, allá por 1998.
Jarry fue, de hecho, el primer chileno en disputar una final de esta categoría tras Fernando González en 2007.
Fue el campeón del torneo en 2017, que acumula 7 títulos en esta superficie y que no gana un título desde las Finales ATP de 2021, siendo su último Masters 1.000 en Cincinatti, el que golpeó primero en un set inicial de mucho nivel e intensidad.
Fue mejor jugador Zverev en el primer set y comenzó el segundo con la misma dinámica. Jarry respondía con autoridad, pero el muro que levantó Zverev no mostró una sola grieta en los momentos fundamentales.
Otra vez estuvo el germano muy cerca del ‘break’ con otras dos bolas de rotura que Jarry salvó para poner el empate a 2. Y otra vez la consistencia de ‘Sascha’ le permitió gozar de dos bolas de partido tras dos dobles faltas seguidas de Jarry, que volvió a salvar la papeleta, cada vez más contra las cuerdas.
Y como en el primer set, se repitió la historia. Con un juego de ventaja y Jarry al servicio, Zverev gozó de otras dos bolas de partido que esta vez no dejó escapar. Soltó un grito liberador en el centro de la pista central. Volvió a sentirse jugador y ganador en el mismo escenario que le vio «nacer» como tenista.