La bombera Paola Flores juega por Deportivo Cuenca en la Superliga
“No estamos desahuciados para nada, pero somos conscientes de la realidad que estamos pasando”, dice Paola Flores, volante del Deportivo Cuenca. Las Leonas reciben el viernes 24 de mayo a Liga de Quito por la séptima fecha del Grupo 1 de la Superliga Femenina.
El cotejo arrancará a las 10:00 en el estadio Alejandro Serrano Aguilar. El bicampeón nacional marcha último en la clasificación general (0 -18) que determinará a los tres clubes que perderán la categoría al final de la primera etapa.
“Las mujeres somos más sentimentales y nos bajonea un poco ser el patito feo de la Superliga, pero no hemos bajado la cabeza… El ambiente se torna un poco denso en los entrenamientos, pero siempre llegamos con la mejor actitud, seguros de que si seguimos trabajando con esas ganas y esfuerzo en algún momento dará frutos”.
Momentos duros en Deportivo Cuenca
Flores asegura que la “lucha en el fútbol femenino es bastante dura”, más cuando los clubes no le dan la importancia que merece. Lo que les motiva a no ‘tirar la toalla’ es su compromiso de seguir abriendo camino para las siguientes generaciones.
La situación del Deportivo Cuenca en el Ascenso 2023 fue mejor que la actual en gran medida por el convenio que hubo con Carneras UPS.
Flores reconoce que los salesianos exigían mucho profesionalismo para las jugadoras y exigían que el Expreso Austral cumpla con los compromisos adquiridos. “Ahora como que nos hemos manejado muy a la ligera”, reflexiona.
“Empezamos a entrenar un mes antes que empiece el campeonato. Firmamos contrato dos días antes del primer partido. Nos dieron los uniformes una semana antes del primer partido… A veces decimos unos pupos o uniforme no hacen a la jugadora, pero el compromiso del club con la jugadora estuvo escaso”.
Paola inicia en el fútbol a los 16 años
Paola flores cumple su tercera temporada consecutiva con Deportivo Cuenca. Su historia en el balompié femenino empieza a escribirse a los 16 años con el título intercolegial que celebró César Dávila al vencer en la final a Manuela Garaicoa.
Tras el partido fue una de las tres seleccionadas para jugar el Ascenso con Ñusta FC. La habilidad con el balón la adquirió al jugar futsal en los interescolares representando a la Unidad Educativa Manuela Cañizares.
Hasta los 14 años entrenaba atletismo. Después de graduarse la hicieron elegir entre universidad o fútbol. Consciente que no había rentabilidad en el fútbol femenino se inclinó por los estudios.
En el camino, no descuidó los entrenamientos mientras se preparaba como Tecnóloga en Emergencias Médicas en el Instituto San Isidro. La familia, que no gusta mucho del fútbol, siempre la apoya y va al estadio por verla jugar en Deportivo Cuenca.
Su otra faceta: ser bombera
Después de realizar un curso de casi 10 meses y de ser voluntaria durante un año, Paola ingresó al Cuerpo de Bomberos Cuenca.
Trabaja 24 horas y descansa 48. En su horario de trabajo tiene el apoyo de su jefa para que pueda asistir a los entrenamientos siempre que sean técnicos y tácticos.
Cuando el entrenamiento es físico, el profesor le ayuda con un plan que lo ejecuta en el gimnasio de la Estación bomberil. Para los partidos busca un reemplazo que le cubra el tiempo que dura un compromiso o las 24 horas cuando tiene que salir de la ciudad.
Así como le ha tocado sacar algún cuerpo de un río o quebrada y “hacer tripa corazón” para mostrar fortaleza cuando los familiares llegan a reconocer a la persona fallecida, también tiene recuerdos hermosos como cuando recibió a un bebé que nació en la ambulancia.
‘Pao’ confiesa que su intención era estudiar Medicina. No se dio. Pero está contenta de ser bombera y futbolista porque realiza ejercicio, servicio a la comunidad y de alguna manera está ligada al área médica.
Si algo quisiera cumplir a futuro es integrar una selección nacional. “Hay que seguir hasta conseguir ese sueño, las ganas están, el esfuerzo siempre da su recompensa”.
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