Vivimos tiempos de penumbra y desesperanza, no solo por la crisis de energía eléctrica, la sequía, la inseguridad, o la economía difícil; sino también, porque vivimos temas personales de preocupación, ansiedad y desconfianza; aspectos, que podrían bajar los niveles energéticos y llevamos a estados internos de oscuridad.
Pienso, que todo depende desde la perspectiva que vemos las cosas y de cómo planteamos el día a día.
El negro/oscuro, no es considerado un color, representa la ausencia de la luz visible, pero se manifiesta en el arte y en el diseño como espacio clave para crear posibilidades de contraste, sombras y profundidad.
Cuando se apaga un foco; por ejemplo, aunque quedemos en tinieblas no significa que la luz se ha extinguido, siempre está allí, solamente no la vemos, entonces, momentos así son necesarios para activar los estados de introspección y apreciar la luz en nuestras vidas.
“Confiar, Entregarse y Agradecer”, sería un concepto importante que ayudaría a equilibrar el claro/oscuro y “prender el foco” de las neuronas en nuestro cerebro.
Confianza se refiere a la fe en uno mismo, en los demás, en el universo o en una fuerza superior. Entrega significa soltar el control y aceptar lo que es, dejar del lado el ego. Gratitud nos alienta a apreciar lo que tenemos y cultivar una actitud positiva.
Dejar de lado el ego o rendirse no implica dejar de hacer, más bien nos lleva a reflexionar y con humildad aceptar que no tenemos todas las respuestas, ni todo está bajo nuestro control.
Agradecer las oportunidades en medio de la incertidumbre nos permite no solamente ser empáticos sino también dejar que las cosas fluyan y se den. (O)
