Patrimonio de Cuenca

Edgar Pesántez Torres

Diario El Mercurio ha llegado a los cien años de existencia, convirtiéndose en patrimonio de la ciudad por su trascendencia en la memoria individual y colectiva y, por tanto, auxiliar de la historia a través de noticias, crónicas, reportajes, opiniones y el compromiso social.  Es un aniversario para recordar sus principios fundamentales por el que ha recorrido siempre: honestidad, búsqueda de la verdad y servicio a la comunidad.,

El Mercurio ha sido testimonio vivo de los hechos, sucesos y acontecimientos que han marcado la historia, particularmente de Cuenca. Ha registrado la realidad, ha testimoniado las épocas, ha analizado y reflexionado sobre los momentos de crisis y calma, es decir, del caos y el cosmos. Ha conservado la memoria individual y, sobre todo, la colectiva y por tanto ha hecho historia al convertirse en acta fidedigna de los sucesos del día. Su personalidad se ha manifestado como producto y a la vez vehículo certero de inquietud y vértigo de los tiempos que corren.

Es deber moral ser agradecido con esta Empresa que ha sido la voz de la conciencia ciudadana, defensora de la justicia, de la paz, de la libertad y pilar de la democracia. A aquellos que hicieron posible este logro en 1924, los Hnos. Sarmiento Abad y los que tomaron las riendas hasta la fecha, la Fam. Merchán, sean testimoniados el reconocimiento y la gratitud como motivadores para que sigan trabajando con esmero. También el tributo de lealtad y exvotos a los empleados y trabajadores, a los periodistas de hecho y de derecho, a los columnistas, a los auspiciantes y a los lectores, todos los cuales forman la estructura para la permanencia incólume de El Mercurio  

Que siga por el sendero de la honestidad y la independencia de los poderes omnímodos, pero sí dependiente de los justos intereses de los que no tienen voz. Que la prudencia valga para ser justos en los juicios y la caridad para no condenar sino para la solidaridad y la orientación. Que siga contribuyendo a la reflexión de sus lectores y se empeñe aún más en enseñar y educar.   

Ahora que se asiste a la asfixia de informaciones digitales, en donde cualquier corsario se atribuye la facultad de lo que tiene que hacer un profesional de esta rama, los competentes de este Diario sean conscientes del paso del “uno a todos” tradicional al “uno a uno” digital, que irrespeta la intimidad y la dignidad, ergo, sean agentes de reinventar la prensa escrita.  (O)

DZM

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social con experiencia en coberturas periodísticas, elaboración de suplementos y materiales comunicacionales impresos. Fue directora de diario La Tarde y es editora.

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