Apagón en Carondelet

Jorge L. Durán F.

Dicen que Jaime Nebot perdió ante Abdalá Bucaram gracias a que su mentor político, León Febres Cordero (LFC), en la primera vuelta le dio un empujón, inesperado por cierto, al “Loco que ama”.
Eran las elecciones de 1996. Sorpresivamente, Bucaram se ubicó segundo, apenas a un punto de Nebot.
Un LFC colérico declaró entonces: “El lumpen, prostitutas, marihuaneros, y ladrones votaron por Bucaram”.
El Loco, innovador quien como él en materia de propaganda, armó su estrategia con la frase “Un solo toque”, que luego la coronaría con otra: “Y ahooora; y ahoooraaa”. Y en verdad que le hizo un toque a Nebot.
Cuántos políticos sucumben por no controlar la lengua. Si están en el poder, por tomar decisiones equivocadas, o esquivarlas, o no hacerlo a tiempo.

Dicho esto:

Quisiera estar en el cerebro de Daniel Noboa, cuyas ganas de querer la reelección comenzaron cuando le ciñeron la banda presidencial.
Pero los apagones podrían apagarle esa posibilidad, real hasta hace no poco tiempo, cuando menos de pasar al balotaje.
Tan preocupado está que por fin se da cuenta que sí existen los medios de comunicación, tradicionales pero efectivos, creíbles sobre todo, que contrastan la información que ahora, como polvo en huracán, se esparce en las redes sociales que todo lo aguantan, hasta de lo que piensan las polillas.
Desenchufado de la realidad, de la gente, habitué de una nube creada por sus adulones con disfraz de asesores para “que no se queme”, recién da la cara, justo cuando los apagones encienden la ira, desesperan, une a sus enemigos para hacerle saramontón, rezan para que no llueva o que el Papa suspenda la Navidad en el Ecuador por falta de luz.
Vea presidente, el país está de bruces. Se desvanece la teoría de que la gente comprende que es porque no llueve, que no es su culpa, o que si algo la tiene, mucho más es la sus antecesores.
A la gente, duro es decirlo, cuando vota poco o nada le importa la corrupción (muchos corruptos están de candidatos o por intermedio de…), peor la deuda externa, el déficit fiscal, que la Justicia esté en un lodazal, caramba y hasta que la narcopolítica es realidad.
No, no; eso a la gente le resbala. Cuando vota lo hace pensando en su estómago, en que sus necesidades y apremios, como ahora la falta de luz eléctrica, no son atendidas como se debe. Y es allí cuando castiga. Se le vacía la bilis.
Entienda presidente. Por los apagones, sus rivales le están acartonando, no al que está representado en un cartón, sino al de carne, hueso y gafas.
Dentro de pocos minutos me quitan la luz… (O)

CMV

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.

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