Ruido de los generadores altera salud mental y física

Según los médicos, han incrementado los casos de estrés, ansiedad, problemas en los oídos y en el sistema respiratorio.

Caminar estos días por el Centro Histórico y otros lugares de la ciudad resulta algo molestoso debido al ruido y la combustión que producen los generadores de energía. Pasan por horas encendidos para que los negocios puedan trabajar ante los cortes de luz, pero representan un riesgo para la salud mental y física de las personas.

Hay quienes evitan ir al centro a más que tengan que cumplir con algún trámite en las diferentes dependencias. Mercedes Arévalo, de 78 años, es una de las personas que optó por esto para precautelar su salud porque cree que el constante ruido le provoca dolores de cabeza y hasta ansiedad.

Ruido molesta a transeúntes

Lo que dice Arévalo, moradora del barrio Las Acacias, no es nada descabellado. Así lo aseguran los expertos en salud, quienes se refieren a las dolencias y enfermedades que se pueden dar por el uso de estos equipos.

Para Pedro Astudillo, psicólogo clínico del Hospital Vicente Corral Moscoso, el ruido provoca daños a la salud mental de diferente tipo que dependen de las características de las personas. Entre los problemas más recurrentes está el estrés, ansiedad y la pérdida de concentración al pasar por tanto tiempo expuestos a sonidos estridentes que incrementan el nivel del cortisol (hormona).

Los más vulnerables son los niños, adultos mayores y quienes sufren enfermedades de base como estrés, depresión, entre otras. “Existen pacientes que han llegado a consulta que les cuesta conciliar el sueño porque en su cabeza está impregnado el sonido”, aseveró Astudillo.  

Pedro Astudillo, psicólogo clínico del hospital Vicente Corral Moscoso, atiende a una paciente. BPR

Además, se vuelven más irritables, agresivos y no rinden adecuadamente en su trabajo.

Dolencias ponen en riesgo la salud

En lo que respecta a problemas físicos están las afecciones a los oídos. Los mismos pueden derivar en otras dificultades para el desarrollo normal de las actividades.

De acuerdo con José Moreno, especialista en Otorrinolaringología de la clínica Santa Ana, los ruidos que superan los 70 decibeles de exposición ocasionan alteraciones como sonidos en los oídos, un aumento en la presión arterial y en el pulso, entre otros.  

En casos extremos pueden darse caídas auditivas que no son recuperables por lesión en el nervio auditivo. Además, de cuadros de vértigo e inconvenientes vasculares que pueden ocasionar infartos.

También el sistema respiratorio siente los estragos por los gases que emanan los generadores de energía. La mayoría utilizan combustibles, sobre todo, gasolina para su funcionamiento.

Según Juan Espinoza, neumólogo-pediatra de la clínica Santa Inés, con los gases se liberan partículas que son volátiles en el aire. Las personas las perciben con facilidad afectando su fisiología y salud respiratoria.

“Nos podrían generar enfermedades por irritación e inflamación. Por ejemplo, los pacientes asmáticos tendrán un descontrol en su enfermedad de base”, citó Espinoza.

Asimismo, hay niños que están llegando a consulta con cuadros de faringitis y descontrol de enfermedades alérgicas. La principal causa es haber inhalado, entre otras cosas, estos gases que resultan tóxicos. -(I)

Mascarillas y audífonos son claves

Evitar el ruido, mantenerse en espacios ventilados, el uso de mascarillas y audífonos protectores. Esas y otras recomendaciones hacen los profesionales de la salud para reducir los riesgos de sufrir complicaciones por estar expuestos a los generadores de energía.

José Moreno, especialista en Otorrinolaringología de la clínica Santa Ana, se refirió a esto para dar énfasis al cuidado personal. Las mascarillas se las pueden encontrar en cualquier farmacia de la ciudad; y, los audífonos tipo orejeras, en diferentes ferreterías u otros espacios que se dedican a la venta de insumos para la construcción.

Reiteró que la prevención debe ser una prioridad durante el tiempo que dure la emergencia energética. (I)

DETALLES

70 decibeles en adelante representan un peligro para los oídos de las personas porque pueden generar diferentes dolencias.

En el Centro Histórico es donde más se ocupan los generadores de energía ante la crisis por los cortes de luz.

Las personas, especialmente adultos mayores evitan ir hacia el centro de la ciudad debido al ruido y los gases que provocan los generadores.

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