Los números comienzan a circular como pan caliente. Por ello, me siento en la obligación de compartir algunas recomendaciones sobre cómo analizar e interpretar estas cifras para evitar conclusiones engañosas.
Primero. Lamentablemente, en Ecuador, las encuestas son mayoritariamente herramientas estratégicas de conversación electoral. Por esta razón, las campañas las utilizan como parte del juego de carreras entre contendores. Tratar de posicionar opciones potenciales es su principal objetivo. Mi primera recomendación es que la encuesta que le llegue, mírela con distancia.
Segundo. Revise la ficha técnica. No es lo mismo una encuesta online que una presencial. Hay metodologías distintas entre las autoadministradas y las que son aplicadas por medio de un encuestador/a capacitado. Por lo general, la primera requiere más casos que la segunda, y no por ello se vuelve más confiable. Simplemente son metodologías diferentes.
Tercero. Preste atención a las preguntas. Muchas veces, el detalle está en el fraseo. Por ejemplo, si la interrogante dice: “¿Qué tan correcta crees…?”, es posible que el elector muestre una preferencia por evaluar en positivo. Si se leen opciones y estas se presentan siempre en un orden específico, es posible que el primer nombre que escuche sea el que retenga. En fin, la forma de preguntar y el orden de las preguntas también cuentan.
Cuarto. Recuerde que es una fotografía del momento. En el mejor de los casos, lea la encuesta hacia atrás. En este país, la volatilidad política es constante, de manera que es probable que lo que suceda en dos semanas cambie por completo. Por ello, decir que Daniel Noboa y Luisa González tendrían un empate técnico en las próximas elecciones es un error. Lo que Comunicaliza presupone, en todo caso, es que en la primera semana de noviembre hay un empate técnico. Esto fue antes de la Cumbre Iberoamericana y del efecto remanente del escenario jurídico contra la vicepresidenta Abad. (O)
