El Día Mundial de la Cetrería, declarado en 2010 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, se celebra anualmente el 16 de noviembre.
Este 2024, los eventos organizados por diversos centros de conservación y el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) se llevarán a cabo los días 21 y 22 de noviembre en el Museo Pumapungo.
Las actividades incluyen:
21 de noviembre: Charlas científicas dirigidas a profesionales y estudiantes interesados en la cetrería y la conservación de aves rapaces. Estas conferencias, que se desarrollarán de 08:30 a 13:00 en la Sala Comunitaria del Museo, requieren inscripción previa debido al aforo limitado. Link de inscripción.
El 22 de noviembre: Casa Abierta, de acceso al público general, en la que se exhibirán las diferentes especies con las que trabajan los centros de conservación.
Fernando Andrade, cetrero y dueño del Centro de cría “Kirka” ubicado en Racar, recordó que la cetrería es el arte milenario de entrenar aves rapaces para la caza, utilizando técnicas que promueven su comportamiento natural.
Ha demostrado ser una herramienta efectiva para el manejo de fauna en aeropuertos, cultivos agrícolas y empresas alimenticias. Además, fomenta la conservación de especies al educar y sensibilizar a la población.
Entre las especies destacadas en este trabajo están águilas, gavilanes, halcones cernícalos o llamados quillillicos.
Rehabilitación
En los últimos 10 años, gracias a los esfuerzos de instituciones como Kirka, Yurakalpa, Fundación Cóndor Andino, Zoo Bioparque Amaru y el Ministerio de Ambiente, se han rehabilitado y liberado más de 300 aves rapaces. Este proceso incluye rescate, tratamiento veterinario especializado, rehabilitación y liberación, además de monitoreos posteriores.
El tiempo de rehabilitación de un ave rapaz varía según el tipo de problema que haya sufrido, así como el nivel de especialización requerido para su recuperación. En general, la rehabilitación puede tomar desde unas pocas semanas hasta un año.
Rehabilitar un ave rapaz es costoso y complejo. Por ejemplo, el costo mensual de rehabilitación de un águila puede llegar 1.200 dólares, sin incluir infraestructura o equipamiento especializado como rastreadores satelitales, cuyo precio ronda los 6.000 dólares, indicó Fernando Juela, técnico de Vida Silvestre del Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE). (PNH)-(I)
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