Renaturalizar

Nicanor Merchán Luco

El reconocido biólogo Ernesto Arbeláez, director de la Fundación Amaru, nos dice en un video que el Cajas se está muriendo, que ya son siete mil hectáreas de las veinte y nueve mil que tiene el Parque Nacional Cajas que se han incendiado; es decir casi la cuarta parte del Parque. Esto quiere decir que, si los incendios continúan, pronto el Parque fallecerá. Indica que la magnitud del incendio es voraz, que todos los animales que viven allí han muerto a manos del fuego y que otros por la cantidad de CO₂, se asfixian. Están en peligro el oso de anteojos, el tapir, el cóndor, las ranas y los insectos se mueren por millones.

Arbeláez indica que las llamas se salieron de control y que se requiere entonces apoyo internacional, advierte que el cambio climático es cruel para América Latina y que este no tiene visos de solución. Nos dice que el Parque Cajas es un escudo, una protección de estas áreas naturales protegidas y que sin ellas nuestra naturaleza desfallece. Por lo que cuando pasen los efectos del cambio climático y dejen de quemarse los bosques y pajonales se requiere sin falta la restauración ecológica.

La reposición del ecosistema busca devolver lo dañado, lo quemado, lo degradado. La provincia del Azuay, el Parque Nacional, nuestro Cajas, está en peligro y necesita nuestra ayuda, pues la pérdida de la biodiversidad ha aumentado exponencialmente. Para el futuro urge guardar el agua en el Cajas, sembrar pajonales, plantas, árboles y especies nativas. En suma, ahora el deber de los cuencanos obliga a conectarse con la naturaleza. Tenemos la obligación de recuperar el medio ambiente, debemos ampliar nuestras áreas protegidas, frenando de golpe la invasión de la frontera agrícola. Ahora nos toca proteger la vida. (O)

CMV

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.

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