Barrio El Vergel «forja en fuego» su identidad

Es parte de las zonas patrimoniales de Cuenca que este domingo cumplirá 25 años de esta declaratoria realizada por la Unesco.

Cruces en los tejados. Calles con adoquín. Casas patrimoniales. Artesanos forjando el hierro. Comida por doquier. Eso tiene el barrio El Vergel que enorgullece a sus vecinos y enamora a los turistas.

Ubicado en la zona baja de la ciudad. Limitado por los ríos Tomebamba y Yanuncay. Rodeado por las ruinas arqueológicas de Pumapungo. Lo tiene todo y por algo es considerado uno de los atractivos de la ciudad con su historia, costumbres y tradiciones.

El Vergel tiene historia

En su iglesia son una constante las celebraciones eucarísticas, los bautizos, primeras comuniones y otros actos religiosos. Incluso, su pastoral, que la dirige el padre Marcelo López, reconocido por sus sermones, maneja programas solidarios que apoyan, asisten y alimentan a los más necesitados.

Llegan los turistas nacionales y extranjeros para disfrutar de lo que tiene, sobre todo, su calle de Las Herrerías. Conocen del oficio de las familias de herreros que llevan décadas con sus talleres activos. Disfrutan de las delicias gastronómicas que también se venden aquí y se promocionan por las diferentes redes sociales.

Erika Saquicela muestra una “Cruz de la Pasión” forjada por sus padres Fausto Saquicela y Lucia Morocho. La pareja ama su oficio, realizan una serie de objetos, y muchos adornan las casas.

La joven se siente orgullosa. Ve a sus padres como un ejemplo. Resalta su trabajo y el de otros artesanos que han trascendido como: Agustín Quezada, Rosendo Quezada, Carlos Calle, Felipe Roldán, Miguel Roldán, Luis Chérrez, entre otros.

Segundo Gallegos es de la tercera generación de su familia que mantiene este oficio. Él se refirió a esto con el deseo que los jóvenes del barrio continúen con este arte que diferencia a El Vergel de otras localidades cuencanos.

La venta de tamales, humitas y más delicias caracteriza al barrio El Vergel. Los vecinos son bastante carismáticos. XCA

También, Gallegos ha sido fundamental con el apoyo de otros vecinos para que se mantenga otra de las tradiciones del barrio para la elaboración de los años viajes. Precisamente, El Vergel lleva más de 20 años ganando los premios en el concurso de monigotes que organiza cada 31 de diciembre la Amistad Club.

Gastronomía es un atractivo

En sus casas patrimoniales, que han sido restauradas con el paso del tiempo, se venden desde tamales, humitas, quimbolitos, tortillas, entre otras recetas culinarias. Las personas acompañan estas delicias con un buen vaso de morocho, café, chocolate y de aguas aromáticas que calman el hambre de los más exigentes paladares.  

Catalina Sanipatín lleva dos meses con su negocio. Aprendió de su madre que conoció la receta de su abuela Magdalena Quezada. Aspira que todo le vaya bien como ha pasado con los otros locales que llevan décadas deleitando a propios y extraños.

Recorrer El Vergel, especialmente la calle de Las Herrerías de casas antiguas con portales y pilares de madera, es volver al pasado. Regresar a esa Cuenca de antaño que se abre paso a la modernidad sin perder su esencia. -(I)

Rehabilitar el adoquín de calle

El Vergel por su cultura y lo que representa también sufre de ciertas necesidades. Sus vecinos aspiran que se den mejoras para que el barrio siga siendo ese imán para el turismo.

La rehabilitación del adoquín de la calle de Las Herrerías es uno de los requerimientos. Lo es porque ya presenta algunas falencias debido al paso de los años y de transportes pesados.

Ruth Gallegos, quien es la presidenta del barrio, se refirió a esta situación para que el Municipio tome en cuenta esta necesidad, para lo cual, tendrá el apoyo de todo el sector.

Asimismo, espera que se fortalezcan las acciones para la seguridad, aunque, el sector es tranquilo en relación a otras locaciones de la ciudad.

También, el anhelo es que se retomen los proyectos para la elaboración de murales artísticos que embellecen las fachadas de las viviendas. (I)

DETALLES

10 talleres de artesanos que forjan el hierro se ubican en el barrio. Varios aprendieron de sus padres y abuelos.

Asimismo, existen una gran cantidad de cafeterías donde se venden tamales, humitas y otras delicias.

Otro atractivo que tiene el barrio es la plaza de Chaguarchimbana. Además, se ubica el hospital regional, Solca, y más dependencias.

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