«Me ha encantado», asegura a EFE Ernesto Ottone, exministro chileno y subdirector general de Cultura de la Unesco, sobre los primeros capítulos de la adaptación de Netflix de ‘Cien años de soledad’. Por su filosofía, este proyecto, que se estrena el 11 de diciembre, ha contado con el apoyo de esa agencia de la ONU.
La filmación de esta serie de 16 capítulos -en español y rodada en Colombia, como siempre quiso Gabriel García Márquez (1927-2014)- empleó a cerca de un millar de trabajadores colombianos, pasó por 22 localidades, implicó construir medio millar de metros cuadrados de instalaciones y lanzará al estrellato global a un elenco de actores que es en un 97 % colombiano.
Con esos y otros créditos, esta adaptación de ‘Cien años de soledad’ es ya una de las producciones audiovisuales más ambiciosas de la historia de América Latina.
Pero además de eso, gracias precisamente a los ideales a los que se ha ceñido, ha logrado inscribirse en el marco de colaboración que la Unesco mantiene con distintas plataformas para promover contenidos acordes con su mandato, como la promoción de la diversidad, las lenguas o el respeto al medio ambiente. Se trata, en palabras de Ottone, de «asegurar que los contenidos en las plataformas sean no solamente lo más universales posible», sino que también que «signifiquen una inversión» en ecosistemas audiovisuales diversos, para que la cultura no hable con una sola voz.