Una pieza del rompecabezas

CON SABOR A MORALEJA

Para entender el porqué la lupa de la justicia se enfocó nuevamente sobre el autoexiliado de Boscán quien, desde Canadá, sigue apoyando a la causa de sus narcoñaños, hagamos un repaso de lo sucedido. La juez Mercedes Caicedo solicitó a la Fiscalía, el pasado 25 de noviembre, que investigue a periodistas, abogados y jueces mencionados en el caso Metástasis. La instrucción de la Corte se dio el mismo día en que se sentenció como culpables a 20 de los 21 involucrados como parte de la trama de corrupción en el sistema judicial del país. Durante la larga jornada, un medio de comunicación fue nombrado en repetidas ocasiones. Quién, si no: La Posta.

De acuerdo a los chats de Metástasis, el fundador de este medio digital, Andersson Boscán, mantenía una relación muy amistosa con el narcotraficante Leandro Norero. Incluso se llamaban “ñaños”. Dentro de las pruebas expuestas por la Fiscalía se puede comprobar que los miembros de la banda criminal, buscaban que La Posta difundiera ciertas noticias con una narrativa a su favor.

Cuando Norero fue apresado en su casa con armas, 6 millones de dólares, lingotes de oro y luego llevado a la cárcel de Cotopaxi, fue informado que un grupo de funcionarios de Inmobiliar (institución pública creada para organizar los bienes del Sector Público) intentaron robar cosas lujosas de su mansión. De lo que se ve en los chats publicados por la Fiscalía, Norero le envió a Boscán imágenes de lo sucedido y este le responde que se va a encargar de ello. Horas después, La Posta publica una nota sobre el incidente con el titular: “Navidad con los bienes del caso Norero”. Boscán le envía la nota a su “ñaño” y este le felicita.

Pero estos chats son sólo una parte de cómo Boscán hablaba con Norero sobre varios temas. En una de sus tertulias el narcotraficante le agradece por no haberle dado palo mientras otros medios le habían hecho trizas; ante lo cual el pseudo periodista, y encima conchudo, le cuenta que ellos hacen las cosas de forma correcta y le asegura que no tiene nada que agradecer.

Cada vez más piezas se suman al rompecabezas de Metástasis y una de ellas es Boscán que, desde su escondite, tal cual el prófugo, ataca a la prensa independiente.

Lo más reciente fue la publicación de unos supuestos chats de Villavicencio, los cuales no son creíbles por no estar bajo una cadena de custodia y porque pueden ser editados fácilmente. Con esto, los de la RC intentan distraer el proceso de Metástasis y la pregunta que nace de este caso: ¿Quién ordenó asesinar a Fernando Villavicencio? (O)

Lcda. Bridget Gibbs

Periodista y escritora. Norteamericana de nacimiento, pero cuencana de corazón. Radicada en Cuenca desde hace 45 años. Lleva una década colaborando con la página editorial de El Mercurio.

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