ETAPA advierte que si el estiaje se prolonga habrá cortes de agua

Comenzaron los racionamientos de agua potable en Cuenca debido a la falta de lluvia. Los primeros cortes se han registrado en las parroquias rurales de Ricaurte y Sayausí, que están al norte y noreste, de la urbe, respectivamente.

La considerable baja en los caudales de los principales ríos de la ciudad, de los que se capta el líquido vital para potabilizarlo y distribuirlo a la población, preocupa a la Empresa de Telecomunicaciones, Agua Potable y Alcantarillado (ETAPA EP).

Fabián Cazar, titular de la Gerencia de Agua Potable y Saneamiento de ETAPA EP, advirtió que de seguir el estiaje y no haber una reducción en el consumo, en algunos sectores se suspenderá el suministro.

Pero no porque ETAPA EP quiera hacerlo sino porque en los afluentes no hay agua para potabilizarla, y porque se han agotado las reservas debido al uso desmedido por parte de algunos usuarios.

En Sayausí por ejemplo ETAPA EP tiene una planta potabilizadora en la que normalmente ingresan 12 litros por segundo (l/s) para ser procesados. Actualmente solo llegan 10 l/s.

Cazar explicó que en la Planta Potabilizadora de Tixán, la más grande que tiene Cuenca y que abastece al 60% de la ciudad, no hay inconvenientes debido a que capta el agua del río Machángara, que es el único que tiene un caudal regulado.

Actualmente procesa en promedio 0,9 metros cúbicos por segundo (m³/s) o lo que equivale a 900 l/s. El Machángara en los últimos cinco días ha registrado entre 4,0 y 4,60 m³/s, lo que se considera dentro del rango de lo normal.

En la Planta Potabilizadora de El Cebollar la producción actual es de entre 0,70 y 0,80 m³/s; va hacia la baja. Esta recibe el agua de los ríos Tomebamba y Culebrillas.

El primero de estos afluentes en la actualidad tiene un caudal que está en los 0,26 m³/s, cuando habitualmente puede llegar a 8 y 10, que están entre los índices normales.

En la Planta Potabilizadora de Sústag, que está al sur de la ciudad y que es alimentada por el río Yanuncay, la producción actual es de 0,25 m³/s, mientras que el afluente está en 0,40.

En otras plantas de potabilización como la de San Pedro y Chulco, que son medianas, por ahora no hay mayores inconvenientes. Lo contrario ocurre en otras que están en las zonas rurales donde comienzan a presentarse problemas.

Esto último sucede sobre todo porque, a decir Cazar “en la parte rural se hace un uso no apropiado del agua y también captan o derivan el agua antes de que ingrese a la planta, lo que ocasiona que no llegue el agua para tratar…”, dijo. (CSM)-(I)

CONSUMO PROMEDIO

En Cuenca la dotación bruta de agua por persona es de cerca 250 litros por día (l/d), de lo que un 30% de estos se va en pérdidas en las redes y en otros factores propios de la distribución del líquido vital, con lo que queda unos 180.

De estos unos 100 litros se destinan para limpieza, lavado de ropa, baños, duchas, riego de jardines, lavado de vehículos, entre otros usos; y solo unos 80 son para el consumo humano, que es lo estrictamente vital.

La Red Hidrometereológica de la Empresa de Telecomunicaciones, Agua Potable y Alcantarillado (ETAPA EP) tenía estimado que ayer se presenten lluvias leves, que no significa que aumentarán el caudal en los ríos de manera inmediata.

Y es que primero el líquido es absorbido por el suelo, luego este se satura y de allí aparecen escorrentías superficiales, que se reflejan en los afluentes.

OPINIÓN

Rolando Siavichay, ingeniero ambiental e investigar de cambio climático, explicó que en Cuenca, en promedio, cada persona consume aproximadamente 250 litros de agua por día (l/d).

Esto es más del doble de la cantidad (100 l/d por habitante) que recomiendan la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que promueven el cuidado de este elemento.

Este excesivo consumo genera preocupación, más aun cuando se prevé que en 2030 esta ciudad tendrá un déficit de este líquido vital de alrededor de 350 litros por segundo cada año.

Marco Cabrera, ingeniero en hidrología, advirtió que máximo en unos 10 años más comenzará un fenómeno conocido como “estrés hídrico” por lo que se sentirá escasez de agua.

Actualmente el área de recarga hídrica para dotar a esta ciudad de agua es de aproximadamente 95.000 hectáreas (ha), del que el 60% se encuentra bajo una estrategia de conservación.

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