Crece preocupación en transportistas urbanos por falta de recursos

Crece la incertidumbre en la Cámara de Transporte de Cuenca, que agrupa a los 475 buses urbanos que circulan en esta ciudad, pues la falta de ingresos pone en riesgo la continuidad de este servicio.

El último incremento del precio del diésel, de 1,30 a 1,358 dólares, que rige desde este lunes, ahonda la problemática económica que vive este gremio del transporte.

De acuerdo con Rubén Calle, asesor legal de la CTC, el inicio de la operación comercial del Tranvía Cuatro Ríos, y el retiro de la línea 100, representó una baja de ingresos de entre un 10 y 12%.

A esto se suma la reducción de pasajeros debido a las restricciones del aforo por la pandemia del Covid-19. En total la CTC calcula una caída de recursos de entre un 20 y 25%.

Pero según advirtió Calle, el panorama se agrava aún más, pues los transportistas tienen una deuda que bordea los 60 millones de dólares con la banca privada.

Esto porque hicieron préstamos para renovar todas las unidades y cumplir con una obligación dispuesta por el Concejo Cantonal de Cuenca, como condición para el ajuste del pasaje, de 0,25 a 0,31, desde agosto de 2018.

Calle recordó que esta es una tarifa de equilibrio económico, pues así consta en el estudio hecho por la Universidad de Cuenca en 2017 por pedido de la Empresa de Movilidad (EMOV EP).

Y cree que ahora se debe aplicar una nueva tarifa que determinó este mismo estudio y que es de 0,34, para buscar volver sostenible a este servicio.

El artículo 4 de la Ordenanza que Regula las Condiciones para el Mejoramiento de la Calidad del Transporte Público de Pasajeros de Buses Urbanos en Cuenca y su Plan de Renovación establece: “Las tarifas garantizarán el equilibrio económico para la adecuada prestación del servicio de todas las modalidades que formen parte de la integración…”.

Asimismo, cita: “… se basarán obligatoriamente en los estudios técnicos de los costos de operación que se realizaren para el efecto, pudiendo establecerse mecanismos de compensación o subsidios…”.

Por esto Calle considera que el estudio que hizo la institución universitaria debe ser actualizado de acuerdo con las condiciones y realidades actuales.

Asimismo, considera urgente que el Municipio de Cuenca acuerde un plan de integración entre el sistema tranviario y los buses urbanos, pero bajo un contrato donde se especifiquen las condiciones.

Y es que actualmente no hay un documento oficial para que los buses urbanos hagan la alimentación, ni tampoco existe un compromiso en firme para que se integren ambas modalidades de transporte. (CSM)-(I)

VEEDURÍA

Juan Solano, quien impulsa la conformación de una veeduría al transporte público, indicó que tanto el Municipio de Cuenca como la Cámara de Transporte de Cuenca (CTC) tienen que garantizar el servicio de buses.

Hemos escuchado que los transportistas dicen que ya no pueden sostenerse y que pueden quebrar… Sería gravísimo tomando en cuenta que el 75% de la población… Necesitamos que nos den datos…”, precisó.

Lorena Medina, quien también es parte de esta iniciativa, señaló que han iniciado un proceso de consulta a la población, con las juntas parroquiales de las parroquias rurales Ricaurte y Baños para buscar una alternativa para compensar la salida de la línea 100.

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