El puente festivo de carnaval, que en Ecuador comenzó el pasado sábado, finalizó este martes sin mucho ruido por las serie de restricciones a la movilidad aplicadas por las autoridades, aunque con la red de hospitales a tope por la expansión de la pandemia del coronavirus.
«La situación hospitalaria en la red pública y en la red privada (…) es muy sensible», remarcó Juan Zapata, director del Comité de Operaciones de Emergencia (COE), al hacer una evaluación sobre el periodo festivo o feriado de carnaval en el país.
Zapata destacó la actitud de algunos municipios para restringir de manera adecuada la movilidad durante el feriado, pero recriminó a otros donde se registraron masivas aglomeraciones y fiestas clandestinas.
El director del COE, organismo encargado de atender la pandemia, manifestó que la red hospitalaria ha sufrido en las últimas semanas por el relajamiento de las medidas de restricción a la movilidad humana aplicadas durante las festividades de Navidad y Año Nuevo.
Por ello, dijo que al final del feriado de carnaval, en muchos hospitales que atienden la pandemia, los espacios de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) se encuentran al límite.
En muchos centros sanitarios las unidades UCI están al 96, 98 y hasta el 100 por ciento de su capacidad, aunque varía al ser espacios dinámicos donde entran y salen pacientes, explicó Zapata.
Por ejemplo, dijo la autoridad, en Quito existe una «lista de espera», con unos 32 pacientes que aguardan por una UCI.
Pese a que se han ampliado los espacios UCI, así como para las camas de hospitalización en las que se atienden casos graves de covid-19, «estamos en algunos casos al límite y en otros con listas de espera», reiteró Zapata.
Por ello, hizo un ferviente llamamiento a la ciudadanía a no bajar la guardia y a los gobiernos locales, en cuyas manos recayó la aplicación de medidas de restricción a la movilidad, una mayor colaboración y atención a las medidas de bioseguridad, que intentan reducir el contagio y la presión sobre el sistema sanitario.
«En dos o tres semanas se pagará la factura de la inconducta» o falta de disciplina sanitaria de los ciudadanos, agregó el director del COE, quien estima que podría haber en ese tiempo una mayor presión sobre la red sanitaria.
Deploró, por ejemplo, las aglomeraciones y fiestas clandestinas detectadas en varias playas de las provincias costeras de Guayas y Santa Elena, sobre todo en los balnearios de Salinas y Montañita.
Sin embargo, alabó la actitud registrada en municipios de balnearios playeros en las vecinas Manabí y Esmeraldas, donde, según dijo, no se han presentado dificultades mayores.
Asimismo, en ciudades que tradicionalmente suelen acoger a muchos turistas durante los carnavales, especialmente las andinas de Ambato y Guaranda, que no registraron aglomeraciones.
Según el Ministerio de Salud, Ecuador sumó este martes 372 nuevos casos de covid-19, con lo que acumuló 268.073 contagios positivos durante la pandemia.
Ecuador espera con ansias el proceso de vacunación anunciado por el Gobierno para inmunizar en este año a unos nueve millones de ecuatorianos, el 60 por ciento de la población.
Algunos especialistas consideran que el país va con retraso en ese plan de vacunación, ya que solo ha conseguido, hasta el momento, unas 8.000 dosis de Pfizer para inmunizar al personal sanitario de la llamada «primera línea» y para ancianos de centros geriátricos, en un «plan piloto» que se ampliará en las próximas semanas, según la oferta del Gobierno.
El Ministerio de Salud Pública aseguró ayer lunes que ha negociado la llegada en este año de 18 millones de vacunas contra la covid-19, y que esta semana recibirá otras 16.300 dosis de la estadounidense Pfizer.
El Ministerio dijo que también espera recibir 5,04 millones de vacunas negociadas con el consorcio británico AstraZeneca-Universidad de Oxford, así como con la iniciativa Covax-Facility, apoyada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por 7,05 millones de dosis. EFE
