El Presidente Lasso desde que inició su periodo presidencial tiene un preocupante proceder contradictorio, dice y se desdice, que no lo va hacer y lo hace, que cumplirá las ofertas de campaña electoral y no las cumple, se pelea con todos y luego se arrepiente, da guerra al correísmo y se llena de colaboradores correístas, que ha vendido el avión presidencial pero que no ha vendido, pregona gobernar solo y sin depender de las otras funciones del Estado pero está dependiendo más que nunca, ordena prisión al líder indígena luego se arrepiente y forma comisiones anticorrupción, lanza un mensaje confrontativo acto seguido entra a la reconciliación, y como lema de campaña electoral preconizó la eliminación de la SENESCYT, pero hasta hoy no lo elimina, antes, por el contrario, y para sorpresa de todos, acaba de eliminar el examen para ingreso a las universidades implementado curiosamente por la misma SENESCYT.
Un comportamiento que raya en preocupante y que demuestra inseguridad, ambigüedad y muestra a las claras que no es político sino un banquero exitoso, posiblemente impositivo o no escucha a sus colaboradores o ellos no cumplen con sus objetivos, peor tratándose de muy posibles correístas o afines que están enquistados en Carondelet.
La última decisión, lo que hace es delegar responsabilidades a las universidades, pero sin recursos, un lavarse las manos, confundiendo a un gran sector de la población, sobre todo joven, al pensar y creer que “por fin” todos van a ingresar a la universidad y a la carrera de sus preferencias, sin percatarse e incluso aceptar que necesariamente tiene que haber otras formas de definir quienes van o no ingresar a los centros de educación superior basado en el nivel de conocimientos, pero sobre todo por parte de los centros de estudios en la factibilidad de mayores recursos físicos como infraestructura, recursos humanos como docentes suficientes, y sobre todo, presupuesto acorde para cumplir con el deseo del Ejecutivo de que todos ingresen a la universidad. ¡UN NUEVO PROCEDER CONTRADICTORIO DEL SEÑOR PRESIDENTE ¡ (O)
